lunes, 27 de febrero de 2012

3 pasos

Hoy he estado todo el día pensando. Todo un logro para mí. Primero he empezado a pensar en que haría durante el día de hoy, después he empezado a pensar en cuando estudiar durante esta semana, después he pasado a pensar en como organizarme este mes de marzo que se acerca, pero al final he terminado pensando en que hacer con mi vida.

He oído muchas veces esa frase de "no se que hago con mi vida" o "todo me va fatal" y otras frases por el estilo, pues hoy he pensado en mi vida, y me he dado cuenta que las cosas no van bien, pero tampoco van mal. No lo consigo todo pero si algunas cosas. Podríamos decir que estoy en un punto muerto. Y así es como está mucha gente cuando piensa frases como las anteriores.

Me ha llamado la atención una frase de San Agustín que he leído mientras me aburría por facebook que dice:  "Conócete, acéptate, supérate." y me ha llevado a pensar ¿me conozco a mi mismo? Es difícil responder por mi mismo esa pregunta, y no puedo afirmarlo, pero yo creo que sí. Por tanto, el primer paso ya lo he hecho, me conozco. El segundo, aceptarme, bueno en algunas cosas sí y en otras no, tampoco sabría decir del todo si sé aceptarme tal como soy. Y la tercera etapa, de superarse a sí mismo, lo habré intentado varias veces, pero es muy difícil.

Pero no es el identificar en cual de esas 3 etapas estoy sino el saber que hay alguien que me conoce, que me acepta y que me ayuda a superarme cada día.

domingo, 26 de febrero de 2012

El servicio

Hoy mientras bajaba por unas escaleras de una casa que poco conozco, he leído en una placa "Un día vine buscando la alegría, y me encontré con el servicio. Y fue en el servicio donde encontré la alegría.". 

Esto lo leía después de haberme pasado desde el viernes por la noche hasta ese mismo instante limpiando, cocinando, fregando, sirviendo a otra gente. Y sabiendo que todavía me quedaban unas cuántas horas del mismo trabajo. Lo más gratificante ha sido descubrir que esa pequeña placa tiene toda la razón.
Desde el instante que me dijeron "eh tío, te vienes conmigo a cocinar" pensé "bua, me lo pasaré genial y me reiré". 

El fin de semana ha sido duro, ha habido momentos en que no sabías que hacer, no tenías ganas de limpiar  o, peor aún, de cocinar; querías dormir, querías descansar, querías sentarte y muchas otras cosas por ese estilo. Pero también ha tenido momentos de risas, momentos de compartir experiencias, momentos de conocer a gente nueva, momentos de cantar y gritar.

Y la conclusión del fin de semana es tal cúal: "Un día vine buscando la alegría, y me encontré con el servicio. Y fue en el servicio donde encontré la alegría.". Ha sido sirviendo a otros, dónde mejor me lo he pasado.

jueves, 23 de febrero de 2012

Elecciones

La vida esta llena de elecciones. Eso suele decir la gente. Y en cierto modo, sí, la vida es un cúmulo de elecciones. Te levantas y ¿te lavas la cara, o no? ¿voy a clase? ¿estudio o me vuelvo a casa? ¿hago deporte? ¿estudio? ¿hago siesta? ¿limpio la cocina, el baño, hago algo en casa?

Tan solo un ejemplo del día cotidiano, y el sin fin de decisiones que hay que tomar. Desde una simple decisión como: ¿desayuno cereales o croissants?  hasta la decisión más importante ¿le declaro mi amor o no?

Un día un muy buen amigo, después de tomarse unas cervezas, me dijo: "despreocúpate un poco, haz alguna locura". Otros me decían, haz lo que tu corazón de diga. Por otro lado me dicen, "no estás solo, yo te puedo ayudar". Un poco de todo. Pero lo que no cambia son las decisiones del día a día.

Sí en parte, hacer alguna locura puede traerte unas risas luego, o incluso alguna anécdota curiosa que contar a tus amigos un día mientras hacéis una barbacoa. Hacer lo que tu corazón te diga... esto lo traduzco en hacer lo que el instinto me dice que haga. Lo que quiero en cada momento. Y en el otro extremo, está esa voz, el amigo fiel, el acompañante en este camino al que llamamos vida. Para mi esta persona es como un viejo sabio que tiene respuestas para todo. Que preguntes lo que le preguntes, te dará una respuesta o conseguirá iluminar un poco tu camino. Pienso que todo el mundo tendría que tener uno de estos. Al igual que todo el mundo tiene un móvil, un ordenador, libros, una cama...

Con ese viejo sabio, las decisiones se resuelven enseguida, siempre buscas la mejor decisión para tu vida. Busca el bien. No suele equivocarse.

martes, 21 de febrero de 2012

El comienzo

Muchas veces creemos saber cómo hacer las cosas, como empezarlas y como terminarlas. Creemos tener el control de la situación. Creemos poder hacerlo solos, sin ayuda de nadie, porqué "lo sabemos todo".
Pues bien, siento ser yo el que os lo diga, pero no! No podéis hacerlo solo. No lo sabéis todo. No tienes el control.

Llevo unos días dándole vueltas en la cabeza a una pregunta: ¿Cómo se empieza?
Os preguntaréis, cómo se empieza, ¿el qué? Pues la respuesta es: cualquier cosa.
Sí hay cosas que por instinto o práctica sabemos muy bien como se empiezan. Creemos saber que las conocemos, y tal vez sea cierto. Pero, ¿cómo empezarías a tocar la guitarra? cómo empiezas a estudiar? cómo empiezas a querer? cómo empiezas a creer? cómo empiezas a...?

Una respuesta me ha sorprendido: desde cero...!! (tal cual me la han dicho).
Curiosa la respuesta. Es obvio que siempre se empieza desde el cero, desde el inicio, desde el nacimiento de todo. Pero, ¿dónde esta el cero? Es decir, dónde está el cero en una guitarra? Qué es el cero/inicio en 3 temas de "Estructura de Computadores"? Dónde está el inicio en el amor? Por dónde se empieza a creer o a tener fe?

Sigo sin tener una respuesta a mi pregunta. Pero esa respuesta me ha abierto un poco los ojos. "Creo" que sé cómo se empieza, tal vez pueda comenzar con un "dejándose llevar". Con el tiempo veremos si he empezado con buen pie o tendré que empezar de nuevo. Por ahora, me mantendré nadando en mi mundo aparte.

La ira

Un amigo me ha inspirado a crear este blog.
Hace tiempo que escribo algunos fragmentos donde expresar todo lo que hay encerrado en mi. Leí en un libro titulado "El temor de un hombre sabio" que recomiendo a todos, es el segundo de una trilogía. En este libro, la autora define al hombre como el ser humano lleno de "ira". Sí, ira. Llámalo nervios, estrés, motivación, aquello que nos mueve a hacer las cosas. La ira. Pues no es más que eso lo que pretendo sacar de mí, IRA. A veces, es una ira de cólera, otras es de nervios o estrés, otras tal vez una ira de felicidad, muchas otras una ira de incertidumbre. La ira, aquello que llena al hombre, de donde sale su energía.