jueves, 23 de febrero de 2012

Elecciones

La vida esta llena de elecciones. Eso suele decir la gente. Y en cierto modo, sí, la vida es un cúmulo de elecciones. Te levantas y ¿te lavas la cara, o no? ¿voy a clase? ¿estudio o me vuelvo a casa? ¿hago deporte? ¿estudio? ¿hago siesta? ¿limpio la cocina, el baño, hago algo en casa?

Tan solo un ejemplo del día cotidiano, y el sin fin de decisiones que hay que tomar. Desde una simple decisión como: ¿desayuno cereales o croissants?  hasta la decisión más importante ¿le declaro mi amor o no?

Un día un muy buen amigo, después de tomarse unas cervezas, me dijo: "despreocúpate un poco, haz alguna locura". Otros me decían, haz lo que tu corazón de diga. Por otro lado me dicen, "no estás solo, yo te puedo ayudar". Un poco de todo. Pero lo que no cambia son las decisiones del día a día.

Sí en parte, hacer alguna locura puede traerte unas risas luego, o incluso alguna anécdota curiosa que contar a tus amigos un día mientras hacéis una barbacoa. Hacer lo que tu corazón te diga... esto lo traduzco en hacer lo que el instinto me dice que haga. Lo que quiero en cada momento. Y en el otro extremo, está esa voz, el amigo fiel, el acompañante en este camino al que llamamos vida. Para mi esta persona es como un viejo sabio que tiene respuestas para todo. Que preguntes lo que le preguntes, te dará una respuesta o conseguirá iluminar un poco tu camino. Pienso que todo el mundo tendría que tener uno de estos. Al igual que todo el mundo tiene un móvil, un ordenador, libros, una cama...

Con ese viejo sabio, las decisiones se resuelven enseguida, siempre buscas la mejor decisión para tu vida. Busca el bien. No suele equivocarse.