Tal vez hay cosas que no entendemos en nuestra vida, cosas malas que nos ocurren que nos llevan a pensar "si Dios es bueno y me quiere, porque deja que me ocurran estas cosas malas?".
Pues si has pensado eso estas muy equivocado. Antes de pensar en eso, piensa: "le has pedido alguna vez a Dios paciencia, obediencia, fortaleza, fe, esperanza, alegría, verdad, amor...?"
Porque cuando nosotros le pedimos esto, él no nos lo entrega así como así, el nos presenta pruebas donde conseguir lo que pedimos.
Cuando tu le pides paciencia, el no te da paciencia, sino que te ofrece una situación insoportable para que aprendas a ser paciente; cuando le pides fortaleza no te la regala directamente, sino que te presenta una situación dura, difícil, pesada y dolorosa para que consigas aprender y crecer tu fortaleza en esas situaciones. Y así en todo lo demás.
No creas que por que la situación sea dura y dolorosa significa que Dios te ha abandonado, porque puede ser que lo que para ti resulte imposible, para Dios te aseguro que no lo es.