viernes, 20 de diciembre de 2013

Los pequeños momentos


Recordando una buena frase que me dijo un gran amigo y compañero: Sonríe, hoy invito yo!

Quiero terminar esta semana hablando de esos pequeños momentos que muchas veces no apreciamos, generalmente porque estamos cansados, agobiados/estresados, enfadados, tristes o despistados.




Me he hecho la firme propuesta de escribir al final de cada día cada uno de esos momentos que consiguen sacarnos una sonrisa o una buena risa.

Cosas desde el ver a tu familia, jugar con tus hermanos, beberte un café a las cinco de la tarde...

Son cosas muy simples. 

La vuelta a casa, después de un día lleno de estrés, y cansancio acumulado. Esa media hora en el tren, acompañado de un buen amigo, recordando las anécdotas del día, las locuras realizadas juntos, recordando aquellos momentos sin sentido, de hacer burradas y reírnos. Y darte cuenta que la gente te mira, y se ríe de las barbaridades que nosotros estamos contando, y en ese momento no lo piensas... pero estas siendo uno de esos "pequeños momentos" de otra gente. Gente, tal vez, cansada del trabajo o de la universidad, con problemas y con sus propios dolores de cabeza. 

Y es que, son esos momentos los que hay que apuntar y destacar al final del día. Algo tan sencillo como volver a casa con una fina capa de lluvia, y decidir quitarte la capucha y mirar al cielo oscuro y tan brillante a la vez, y extender las manos sintiendo cada una de esas diminutas gotas chocando contra ti. 

En algunas ocasiones hay que dejarse llevar, hay que cometer alguna locura, hay que soltar las riendas y disfrutar. Puede que eso ocasiones luego repercusiones, sí, pero todo se supera, y quien sabe, tal vez sea una locura la que te aportará lo que deseas.

Si lees esto, solo te pediré que hagas una cosa en estas navidades: ¡sonríe, yo invito!
Feliz Navidad!