Sabes, no entiendo por qué pasan las cosas. Y eso me frustra mucho muchísimo. Un viejo tío mio siempre me dice: tú no eres quién controla el tiempo ni cómo suceden los acontecimientos.
Y... pasan los minutos, las horas, los días... y vuelvo a frustrarme. No consigo lo que me propongo!
No alcanzo mis metas! No obtengo los resultados esperados!
(aplicado a todo lo que se te ocurra: notas en la universidad, relaciones personales, colaborar en las tareas de casa, mejorar mi relación con mis herman@s, mis amigos...)
Y por suerte para mi, vuelve a aparecer esa figura que te lo recuerda todo. Sé paciente y confía.
Hoy he recordado una bella frase de un libro de Paulo Coelho:
“Cuando una persona desea realmente algo, el universo entero conspira para que pueda realizar su sueño.”
Y no le quito razón, pero... querido Universo, podrías darte prisa?
Sí, ese es otro de los errores que cometo. Pensar que las cosas ocurren cuando yo lo digo y lo ordeno. Y efectivamente y... no! Que sería de ese sentimiento de sorpresa y felicidad al recibir un regalo, una sorpresa, una buena noticia, un detalle, un abrazo o una simple sonrisa?
Sí... ese es mi defecto, soy impaciente... soy imperfecto.
Y entonces es donde me resuena una frase que me la recuerda el mismo tío, el cansino, el repetitivo, el preciso, el necesario, él, y me dice: Es en la debilidad donde se muestra la fortaleza. Y yo me quedo con una cara similar a:
Pero día tras día aprendes una cosa, el no poder controlar las cosas es lo que le da emoción a la vida. Y que, cuando yo ya no puedo más, entonces descubro ese precioso momento en que tienes que pedir ayuda...
Y que ocurre?? Que misteriosamente, te ayudan! Y te das cuenta de lo importante que es pedir ayuda y ser ayudado y eso te hace ayudar más a los demás.
Y finalmente, vuelvo cansado a mi cama, y reflexionas todo lo ocurrido en este día, y entonces, pienso "porque co$%&@# me pasan a mi estas cosas?"