viernes, 17 de enero de 2014

Los dos lobos

Creo que todo el mundo tiene uno de esos días en que te replanteas el sentido de la vida, ya sea porque has tenido un mal día y estas sopesando alternativas, o por qué te aburres mucho o vete tú a saber por qué.

En mi caso, ha sido la primera.

Y te digo, querido lector, que hay 20.000 cosas que te hacen reflexionar, 20.000 cosas que ocurren a diario.

Y cuando me paro a pensar en ello, es cuando me doy cuenta de que no quiero entenderlo, que odio esforzarme cada día por entender a las personas, entender el por qué de las cosas, entender todo en definitiva. Lo odio, por que nunca llego a entenderlo y eso hace que te desesperes todavía más.

Y lo peor de todo es, que odio no poder dejar de odiar ese ansia de entender las cosas.

En fin, hay días en que el vencedor es el odio.
Y es entonces cuando me acuerdo de una pequeña historia que leí una de estas tardes de perderse por internet:

- ¿Saben? – comenzó diciendo -, dentro de cada uno de nosotros existen dos lobos. Uno de ellos es malo, está cargado de odio y rencor, quiere dominarnos por la fuerza, es vengativo, arrogante y violento. En cambio, el otro lobo es bueno, trae consigo la compasión y la serenidad, no quiere dominarnos sino que seamos reflexivos, es sabio, justo y amoroso. Constante estos dos lobos pelean dentro de nuestros corazones.

El indio hizo una pausa para darle una bocanada a su pipa, cuando uno de los niños rompió el silencio para preguntar:

- ¿Y cual de los dos lobos gana la pelea?

Con mucha dulzura el anciano miró al niño, respiró profundo y le dijo:

- En algunas personas, gana el bueno, pero en otras gana el malo. 
Todo depende de a cual lobo alimente cada quién.